Dónde están las monedas?

Si hicieramos el top ten de las palabras que por estos días generan mas irritación por estas tierras, apuesto que "monedas" tiene asegurado su lugar. No hay momendas. Abone con cambio. Faltan monedas. Colabore. Etcétera, etcétera.

Y lo que mas me irrita (siendo comerciante myself) es que -en general- el que se enoja e indigna es el comerciante: "Cómo, no tenés 20 centavos?, bueh...." suspira el de la caja del estacionamiento, o el taxista, o el verdulero.... Incluso hay algunos (como el panchero de la otra cuadra de casa) que directamente no te vende si no vas con la plata justa.

Pero siempre hay gente mas lúcida, que le encuentra una vuelta, como el pibe del kiosco de enfrente a la oficina, que con ingenio y buena voluntad hizo el cartel cuya foto ilustra este post... Porque ante la misma falta de monedas, prefiero que "me den a elegir con que me endulzo el día", y no que resoplen en my cara...!

- Ernesto.

Copia? Plagio? Robo? Homenaje...!

"Te copian, te homenajean" lleva por título una nota de ADN.es en la que haciendo gala de una fina ironía cierran diciendo: "Si ADN publica todos sus contenidos bajo Creative Commons es para que las buenas ideas se extiendan y se reproduzcan. Por eso es un placer y un orgullo poder compartir las nuestras con 20 minutos y con todos los demás".

Habiendo dicho esto, inauguro entonces mi sentido homenaje a My Secret Playlist que es (en sus propias pabras) "un sitio para descubrir música en el cual invitan a sus bandas y músicos preferidos a hacer públicas sus ocho (8) canciones o discos favoritos".

Y me pareció una muy buena idea, que en Capítulo dos podía ser adaptada a los libros; pidiéndole a escritores, editores, periodistas y amigos lectores, que compartieran con nosotros una breve lista de tres (3) libros que hubieran leído y disfrutado ultimamente.

Y agregamos este "últimamente" porque estamos buscando la recomendación sincera, desprejuicida; y no una recomendación para honrar al Canon.

Ya estamos recibiendo las primeras recomendaciones, y en breve estaremos arrancando esta sección cuyo título -apenas lo encontremos- no dudaremos en homenajear.

- Ernesto.

La casa de papel de Carlos María Domínguez

Cada vez creo con mayor convicción que cada libro tiene un momento para ser leído. Y para algunos (libros), talvez ese momento no llegue jamás.

La casa de papel es un libro del año 2004, que apenas llegó a la librería me fue recomendado por un librero. Confié talto en esa recomendación, que de inmediato el libro tuvo un lugar en mi mesa de luz, allí donde reposan las "próximas víctimas". Pero luego de algunos intentos infructuosos, abandó la mesa de luz para terminar apretado entre otros libros que tienen el invisible tag de futuras lecturas.

Fue recién en Febrero de este año que finalmente leí esta bellísima obra de Carlos María Domínguez

Yo estaba viajando a Uruguay y otro de los libreros de Capítulo dos me sugirió que leyera este libro, cuyo personaje "un coleccionista de libros arruinado y vencido ante la pérdida de su archivo, decide retirarse al confín de un pueblo costero para construírse una casa de libros"

Este pueblo queda en Uruguay, y esa conjunción de situaciones talvez colaboró en que finalmente esta ves me decidiera a leerlo.

Hoy estaba acomodando mis libros y volví a encontrame con La casa de papel e inmediatamente me reencontré también con las senciones de placer que tuve al leerlo.

Aunque esto pueda ser material de un futoro post, este fué el primer libro que fuí marcando (por placer) mientras lo leía. Y al ver alguno de esos párrafos resaltados, me dieron ganas de compartirlos, con quien -a su debido tiempo- lea este blog:

Todos los años regalo no menos de cincuenta ejemplares a mis estudiantes, pero no consigo dejar de sumar una nueva estantería, otra doble fila; avanzan por la casa, silenciosos, incocentes. No logro detenerlos.

Me pregunté muchas veces por qué conservo libros que sólo en un fituro remoto podrían auxiliarme, títulos alejados de mis recorridos más habituales, aquellos que he leído una vez y no volverán a abrir sus páginas en muchos anõs. Tal vez nunca!

A menudo es más difícil deshacerse de un libro que obtenerlo. Se adhieren con un pacto de necesidad y olvido, tal como sifueran testigos de un momento de nuestras vidas al que no regresaremos.

Digital y Análogico (en lugar de Digital ó Analógico)

Días atras leí un post en Print is Dead que hacía referencia a dos artículos que habían salido ese fin de semana en el New York Times: Uno de ellos transitaba el tema de los libros de su costado mas análogico, en tanto el otro lo hacía desde lo digital.

Seguramente porque en mi conviven ambos costados, apenas vi la foto de Tom Stoppard junto a su "valija para libros", sentí un irrefrenable deseo de tener una; al igual que me pasó con el Kindle, el ebook reader de Amazon.com

Hace muchos años, estaba en una feria del libro en Los Angeles, y un librero de años me contó que había pagado una barbaridad de exceso de equipaje, cuando embarcó en Buenos Aires; porque el siempre viajaba con una valija (grande) llena de libros, ya que nunca sabía que le daría ganas de leer.

Ayer me paré frente a mi biblioteca y comencé a sacar uno a uno los libros que voy a llevarme a mis vacaciones. Tengo claro que cargaré muchos mas que los que efectivamente terminaré leyendo, pero reconozco no poder limitar mis opciones futuras llevando solo un par.

Entre mi esposa y yo podríamos llenar una de las valijas de Sttopard con mucha facilidad, pero intimamente me gustaría tener la chance de probar la experiencia de llevar un ebook reader, cargado con "n" libros, y abierto a la posibilidad de downlodearle muchos mas.

Así como antes viajaba con una mochila llena de CDs y hoy lo hago con ipod, sospecho que esta sería una de las situaciones en las que me inclinaría por lo digital, aunque mas no sesa por conveniencia.

- Ernesto.

Se nota qué es?

"Pero en las grietas está Dios, que acecha"

Hace algún tiempo vi una serie de fotos de la fotográfa Elda Harrington, que estaban tomadas desde el interior de un auto, estando ella al volante.

En su sitio web, Elda se refiere así a esta serie:

"El planteo del trabajo es tomar fotos desde el auto, mientras manejo, en días de lluvia y con el auto en movimiento. Es una mezcla de desafío, miedo, el riesgo permanente. Como diría Borges: Pero en las grietas está Dios, que acecha."

Hoy fué un día arduo: entregamos el local de Alto Palermo. Cuando me subí al auto para manejar hasta el shopping, estaba diluviando, y siguiendo la propuesta de Elda hice varias fotos. La que mas me gusta es esta:


Seguramente lo que sigue será una suerte de "abuso de gambeta poético", pero sinceramente creo que está bueno que hoy haya llovido.... que el agua se lleve lo que se tiene que llevar, porque tenemos muchas razones para arrancar de nuevo.

- Ernesto.